El sistema de rompeolas flotantes está formado por pantalanes flotantes robustos de hormigón reforzado con flotación de poliestireno expandido y tiene una estructura maciza y extremadamente resistente. Su geometría, configuración, método constructivo y tipo de uniones comportan que su uso principal sea como atenuador de ondulación para la protección de dársenas y puertos deportivos, siendo también adecuado para el atraque de embarcaciones de grandes dimensiones y soportando condiciones atmosféricas adversas, incluyendo las cargas procedentes del amarre, atraque, ondulación y viento.
La anchura puede variar entre 3 y 6 metros. Las unidades monolíticas están construidas en módulos de 15 o 20 metros; estas longitudes reducen el número de amarres y de uniones necesarias, y proporcionan ventajas en el comportamiento general del sistema, reduciendo los costes de manutención.